A pesar del caos,
una flor crea su paraíso...
Hoy no fue un buen día,
tal vez, no pude ver el Sol.
El mundo se cae a pedazos,
y aún así, nace una flor.
Cuando la tristeza me aferra con sus manos,
o cuando las cosas van mal,
Pablo toca el piano,
y todo vuelve a brillar.
Esa música penetra
uno a uno mis sentidos.
Me alienta y me asegura,
que nada se ha perdido.
A pesar del caos,
una flor crea su paraíso.
No es en vano...
A pesar del mundo,
triste y resentido,
Pablo toca el piano.