Vayamos de la mano a descubrir el octavo color del arco iris.
Dibujemos en un lienzo blanco, un manojo de ilusión.
Salgamos por el mundo desafiando nuestros miedos,
Riamos y lloremos, triunfemos juntos ante el dolor.
Seamos como Tomás y Teresa; y la insoportable levedad del ser.
Amame cuando menos me quieras, no me trates de comprender.
Escribamos nuestra historia y que no quede en la memoria;
Seamos carpe diem; volemos más allá
con mi amor y tu firmeza,
con tu pureza y mi pasión.
Seremos aves nómadas del viento,
viajemos incansablemente hasta el sol.
Cuando necesites alegría, seré fiesta.
Si tu corazón se marchita de tristeza, seré una flor.
Seré energizante en tus días de pereza.
Si te sentís vencido, seré tu pilar;
Y cuando el silencio te invada, seré tu canción.
Seré tu estrella en la noche nublada,
Y si necesitas quien te ame, simplemente seré yo.