Amor

Hoy, como cada día, otro amor perdió la vida.

Dicen que errar es humano, pero no es la primera vez que Cupido se equivoca.

Si lo quiere discutir algún devoto, que le pregunte a alguien con el corazón roto.

Este amor murió sin siquiera ser suspiro.

Alguna vez fue de los dos, pero hoy ya no lo siento mío.

Tal vez se debilitó con el tiempo, o quizás solo se lo llevó el viento.

¡Qué pena que mi corazón no te haya elegido para vivir de tus ilusiones y regalarte sus latidos!

Esta noche dejaré que un amor se muera entre mis manos;

Y no lo digo con frialdad, simplemente es sinceridad…

Si todas las piezas encastran, excepto una;

El resto carece de valor y todo el puzzle se anula.

En este mismo instante, alguien se desvela con dolor, por esta tristeza que sentimos todos, pero creemos única, al pensar en eso que solo resultó flor de un día.

En este mismo instante, en algún lugar del mundo, acaba de morir otro amor…

Cambalache

El ignoto rostro del destino, una vez más, nos sorprende.

Algunos dicen que será una tragedia,

Y los ambiguos; desgracia con suerte.

Vos estás congelado girando alrededor del mundo a una velocidad inalcanzable.

Tu corazón cada día se endurece para que no te afecten la miseria ni el hambre.

Pensar y pensar; dar tantas vueltas y seguir en el mismo lugar…

Si yo creyese en dios, lo proyectaría como a un juguete;

Para que no haya más corazones rotos,

En ese comercial e insensible día de Agosto.

Recibís un llamado que casi te cuesta la vida;

Y como si fuera poco, el teléfono no para de sonar.

Sucia y triste como funeral de una tía,

Apretando fuerte los ojos para no llorar.

Mientras tanto

Erguida como el junco, me ahogo en mi tristeza. Podría, ahora mismo, quebrarme en mil pedazos y desvanecerme de dolor.

Pero en esta mecánica naturaleza de pantalones calientes y corazones fríos, sería tan ilusorio como que en un cuartel, nazca una flor.

Mientras tanto te espero. Ansío tu llegada.

Te sueño enredando nuestras miradas.

Arrastrando a mis espaldas, un sol que nunca será amanecer,

Y cargando en mi cuerpo un corazón inerte, porque late pero no siente…

Miro al cielo y empiezo a volar, pensando que, donde estés, lo miras igual.

Imagino tu voz, aunque no sé quién sos;

Aunque algún día te encuentre y terminemos con tanto derroche;

O aunque te vayas con estas palabras, y desaparezcas esta misma noche.

Por ahora, sigo mi camino.

Como Andrés, no me opongo…ese es mi destino.

Suspiro y te invento, luchando contra el estigma de Platón, para no hacerte perfecto.

Entre alegorías y algarabías, 

Mientras tanto, te espero…

Transform

Vayamos de la mano a descubrir el octavo color del arco iris.

Dibujemos en un lienzo blanco, un manojo de ilusión.

Salgamos por el mundo desafiando nuestros miedos,

Riamos y lloremos, triunfemos juntos ante el dolor.

Seamos como Tomás y Teresa; y la insoportable levedad del ser.

Amame cuando menos me quieras, no me trates de comprender.

Escribamos nuestra historia y que no quede en la memoria;

Seamos carpe diem; volemos más allá

con mi amor y tu firmeza,

con tu pureza y mi pasión.

Seremos aves nómadas del viento, 

viajemos incansablemente hasta el sol.

Cuando necesites alegría, seré fiesta.

Si tu corazón se marchita de tristeza, seré una flor.

Seré energizante en tus días de pereza.

Si te sentís vencido, seré tu pilar;

Y cuando el silencio te invada, seré tu canción.

Seré tu estrella en la noche nublada,

Y si necesitas quien te ame, simplemente seré yo.

Vos

La cruda y refinada pasión,

eso sos vos.

La fantástica realidad de mis días;

Ese silencio en la algarabía.

Sos el que me hace recuperar mi locura,

y de un susurro, me devuelve a la Tierra.

Y yo te hago recobrar la dulzura;

Te ofrezco, cada día, mis quimeras.

Tus ojos son flores que nacen

en el otoñal jardín de mi corazón.

Sos mi dulce y mi amargo;

Sos la nieve bajo el sol.

La metamorfosis de lo rutinario;

El celeste ideal del mar,

que al final solo puede apreciarse en cuadros.

Sos la canción más hermosa que oí,

La imperfección de mis utopías,

Sos perfecto para mí.