Ya se han repartido las últimas cartas..
El reloj que creiamos eterno, dejó de funcionar.
Quizas ya no recuerdes el sentido de esa frase...
Quizas ya no recuerdes nada mas.
Y entonces, cuando a esta dulce melodía
solo le sigue el silencio,
y cuando mi vida se vuelve un cambalache,
simplemente me siento a escribirte para idearte...
para acercarte.
Porque hoy, lejos de toda tristeza,
de toda crisis y llantos,
tan solo encuentro un vacío....
y ese vacio es porque te extraño.
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